lunes, 21 de diciembre de 2009

Átomos

Dejó el boli sobre la mesa, apoyó el codo en la misma y la cabeza sobre la mano, y miró a su compañera, que seguía dibujando.
-Bécquer era tonto, ¿sabes? - le dijo.
Su compañera siguió dibujando, sin mirarla.
-¿Sí?-preguntó -.¿Y eso?
-Es tonto, sí -respondió ella-.Porque está empeñado en que las pupilas son de colores. Sólo habla de pupilas azules y verdes. Y de átomos.
-¿Átomos?
-Sí, átomos.
-Ah.
Permaneció un par de segundos más mirándola. Después, se sentó bien, cogió el boligrafo azul y se puso a hacer los ejercicios.
"Átomos", pensó.

"Había una vez una vaca". Pero nadie conoce su historia. Aunque, si la gente la conociera, sería una historia exitosa.
Cuchicheos.
-No, a ver, en plan, que tenga por ahí las rodillas...
-No.
-Jo.
El rasgar de un lápiz. Un suspiro de desesperación. Estar cincuenta minutos sin hacer nada es aburrido.
Risitas. Dudas. ¿Qué hacer? Y, entonces, vuelvo al principio.
Átomos.

Una vibración. Un cambio. ¿Y qué? Después de un instante prestando atención, todo vuelve a la normalidad. Oigo mi nombre. Dos veces. Miro alrededor. Los colores han cambiado. Aspiro. Tengo hambre.
-No tengo. Espera, no, no, no, no, no.
¿No, qué? ¿Qué pasa? ¿Quién ríe? Una explicación. Pero nada sale en claro. No tiene sentido. Sólo es eso.
Átomos.

Átomos. ¿Y si cambio? Sí, voy a hacerlo. Pupilas azules. He visto cosas raras. He visto iris rojos. Pupilas rojas también. Pero no azules.
La música ha parado. Un nuevo rasgar de lápiz. Pero no el mismo. ¿Las paredes tienen oídos? Puede, pero, ¿hasta qué punto?
-También.
-Y también le gusta.
Pues qué bien. Me alegro de que le guste. Ahora hay dos lápices rasgando. Se turnan. Es divertido. Como una conversación. Pero... ¿creéis que ha cambiado algo? La música ha vuelto. Pero nada más. El resto sigue igual. Así que termino.
Átomos.

El asiento está frío. La música sube. Mi mano se queja.
-Estoy cansada -dice.
Mi estómago también.
-Tengo hambre -añade.
Pero mi cabeza bulle de actividad. Papeles, lápices, risas. No les entiendo.
-¡Dame una hoja! ¡Rápido!
Y risas. ¿Tiene sentido?¿Es lógico? No, nada lo es. Nada es nada. Y todo. Y todo es muy fácil de resumir. Se resume en algo pequeño.
Átomos.

-Sí, hazlo.
-Vale.
Y lo hago. ¿Por qué ríen tanto? ¿Qué es tan gracioso?
-El tiempo.
-Calcula un minuto.
Alguien viene. Habla. Rosa, rosae. Latín. Risitas nerviosas. Algo ha cambiado. Ahora es un rotulador. Y me voy.
Átomos.