miércoles, 27 de julio de 2011

Rococó

Chirría el columpio en mitad del jardín, en el que juegan sombras de tono verde oscuro. Los lazos vuelan, las faldas bailan, las piernas patalean. La niña que se balancea canta, sonríe, pestañea. El sol hiere sus ojos claros con el movimiento que viene y va, y la niña lo siente en caricias fugaces. La música de los árboles, de viento y de pájaros, murmura en el entorno. Y desde el punto álgido, la niña salta del columpio y rueda, y corre ligera como el aire. Y se desvanece entre las hojas. Atrás queda un zapato bajo el columpio, que chirría en mitad del jardín, en el que juegan sombras de tono verde oscuro. Y el verde oscuro se vuelve negro. Y el sueño acaba con dos ojos somnolientos, que se abren lentamente en medio de la nada.